El Arzobispo de Santo Domingo, Cardenal Nicolás de Jesús López Rodríguez, señaló que la cadena perpetua es una alternativa a la pena de muerte para sancionar a criminales de alta peligrosidad, porque “incluso la vida de un delincuente es una vida que Dios respeta”.
En declaraciones a un medio local, el Arzobispo se refirió a la violencia familiar que en los últimos meses ha cobrado la vida de 34 mujeres. Recordó que Juan Pablo II “siempre se opuso a la pena de muerte” porque forma parte de la defensa de la vida. Añadió que Dios “es el único dueño de la vida y nadie debería disponer” de ella.
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