El Arzobispo Emérito de Bologna, Cardenal Giacomo Biffi, señaló que “el sufrimiento se debe afrontar con una confidente y apasionada búsqueda de Dios en la oración”, en sus meditaciones de hoy en los ejercicios espirituales de los que participan el Papa Benedicto XVI y la Curia Vaticana.
Al recordar la importancia del Jueves Santo, el Cardenal precisó que “la Eucaristía es esencialmente una memoria capaz, de rememorar dos milenios de historia de la humanidad, muchas veces perdida y descuidada, para colocar al Hijo del Creador entre las manos de sus criaturas. Es una memoria providencial, porque realizándose por sí misma, consiente al hombre acordarse de Jesús incluso cuando está distraído”.
“Pero es también una memoria que también hay que tener presente”, prosiguió y destacó que “vivir como cristianos quiere decir entonces prestar cotidianamente atención a lo que Cristo ha dicho y ha hecho; a lo que Él es. Y esto es muy importante y fundamental porque acordarse de Cristo permite al hombre conocerse a sí mismo y entender cuál es el objetivo de su vida: si Cristo es el Salvador entonces nosotros no somos autónomos, sino salvados”.