En un mensaje dirigido al Cardenal Zenon Grocholewski, Prefecto de la Congregación para la Educación Católica, y a los participantes de la asamblea plenaria del Dicasterio, el Papa Juan Pablo II señaló que los futuros candidatos a sacerdotes deben ser plenamente capaces de vivir el celibato.
Juan Pablo II escribe que como consecuencia de los “actuales cambios sociales y culturales, a veces puede resultar útil que los educadores se sirvan de especialistas competentes para ayudar a los seminaristas a comprender en profundidad las exigencias del sacerdocio, reconociendo en el celibato el don de amor del Señor a los hermanos”.
“Ya en el momento de la admisión de los jóvenes al seminario hay que verificar con atención su idoneidad para vivir el celibato, para tener una certeza moral sobre su madurez afectiva y sexual antes de la ordenación”, destaca el Pontífice.