21 de marzo de 2005 / 11:59 AM
El Canciller argentino, Rafael Bielsa, sostuvo que el gobierno del presidente Kirchner busca mantener "una relación sin fisuras" con la Santa Sede, en momentos en que las relaciones con el Estado Pontificio pasan por fuerte tensión.
La Santa Sede y el Gobierno argentino buscarían encontrar una salida al impase originado por las medidas que éste último tomara en relación a las declaraciones del Obispo Castrense, Mons. Antonio Baseotto, en defensa de la vida, las cuales fueron malinterpretadas y sacadas de contexto por el gobierno y algunos sectores de la prensa.
Ante ellas, el Gobierno argentino solicitó a la Santa Sede la remoción del Obispo Castrense, a lo que el Vaticano respondió ratificando a Mons. Baseotto en su cargo. El presidente Kirchner a su vez, canceló el viernes pasado el acuerdo que autorizaba al Prelado a ejercer como la máxima autoridad religiosa para las Fuerzas Armadas del país, retirándole el aval y la remuneración que recibe como tal.