El Tribunal Estatal de Justicia de Sao Paulo (Brasil) autorizó la construcción de una estatua gigante de Nuestra Señora Aparecida en la ciudad de Aparecida, después de más de dos años de una batalla legal contra la demanda de una asociación de ateos que quería impedir la instalación de la imagen mariana.
El monumento de acero inoxidable, donado por el artista Gilmar Pinna en 2017, tiene unos 50 metros de altura, cerca de 20 metros más que la estatua del Cristo Redentor de Río de Janeiro. Las piezas de la obra, que quedó en etapa de construcción, se encuentran cerca de Via Dutra, la principal carretera entre Sao Paulo y Río de Janeiro, las dos ciudades más grandes de Brasil.
El lunes 21 de octubre de 2019, la jueza Luciene Ferreira Allemand aceptó la demanda de la Asociación Brasileña de Ateos y Agnósticos (Atea) para prohibir la instalación de la obra, alegando el supuesto uso de fondos públicos y la presunta donación de terreno municipal para promover la fe católica, lo que perjudicaría el Estado secular.