17 de julio de 2014 / 10:51 AM
"Los crímenes están aumentando. Los niños pequeños comienzan a enfermarse por el miedo, el estrés, las ondas de choque, el ruido continuo. Los padres hacen todo lo posible para distraerlos para que esta cruda violencia no los abrume", relata el sacerdote argentino P. Jorge Hernández, párroco de la única parroquia católica en la Franja de Gaza, que señaló que permanecerá junto a sus fieles pese a que ayer tres misiles cayeron cerca de la iglesia de la Sagrada Familia a su cargo.
Hace unos días, las Hermanas de la Madre Teresa con 28 niños discapacitados y nueve mujeres mayores bajo su cuidado se trasladaron a la parroquia porque la consideraban un lugar más seguro. Todas ellas permanecerán en Gaza, junto con el padre Hernández.
La tregua de cinco horas, proclamada para permitir la entrada de ayuda humanitaria a la Franja de Gaza debería permitir la evacuación de la zona de unos pocos cientos de personas.