13 de agosto de 2006 / 07:30 AM
Miles de personas se dieron cita en Castel Gandolfo para participar del ángelus dominical con el Papa Benedicto XVI, quien invitó a los presentes a aprovechar del tiempo de vacaciones para que sea un momento de oración y reposo y de enriquecimiento de los lazos familiares.
Al inicio de su alocución, el Santo Padre manifestó el deseo de que las vacaciones de muchos sean un tiempo de “descanso que sirva para reposar la mente y el cuerpo, sometidos diariamente a un continuo cansancio, dado el ritmo frenético de la existencia moderna”.
Asimismo destacó que “las vacaciones constituyen también una preciosa oportunidad para estar un tiempo más largo con los familiares, para encontrar a los parientes y amigos, en una palabra, para dar más espacio a aquellos contactos humanos que el ritmo de los compromisos de cada día impide cultivar como se desearía”.