1 de mayo de 2005 / 06:05 AM
En su primer rezo del Regina Coeli desde la ventana de su estudio, el Papa Benedicto XVI recordó la memoria litúrgica de San José Obrero, rezó para que no falte el trabajo en el mundo y pidió a los trabajadores testimoniar el Evangelio en sus labores cotidianas.
“Es necesario testimoniar en la sociedad hodierna ‘el Evangelio del trabajo’. Deseo que no falte el trabajo necesario especialmente para los jóvenes, y que las condiciones laborables sean siempre más respetuosas de la dignidad de la persona humana”, indicó el Pontífice.
El Papa recordó ante los miles de peregrinos que se congregaron en la Plaza de San Pedro que la memoria de San José Obrero fue instituida para “resaltar la importancia del trabajo y de la presencia de Cristo y de la Iglesia en el mundo obrero”.