Al celebrar la audiencia general de hoy en la Plaza de San Pedro ante más de 22 mil personas, el Papa meditó sobre el Salmo 135, "Acción de gracias por la salvación obrada por Dios" y pidió que nuestra memoria sobre el bien recibido de Dios sea más fuerte que el recuerdo sobre el mal sufrido.
Al reflexionar en esta ocasión sobre la segunda parte del salmo, el Santo Padre destacó "la presencia de Dios en la historia de la salvación", que se manifiesta en el éxodo del pueblo de Israel de Egipto, el paso del Mar Rojo y el viaje a través del desierto.
"Desierto y mar –dijo– representan el paso a través del mal y de la opresión para recibir el don de la libertad y de la tierra prometida".