Tras el rezo del ángelus dominical, el Papa Benedicto XVI elevó sus oraciones y un especial pedido por la paz en Kirguizistán meridional, tras los graves sucesos de violencia de los últimos días, que según cifras oficiales está afectando a casi un millón de personas.
En su llamado a la paz y la seguridad, el Santo Padre también se dirigió a los familiares de las víctimas del conflicto "y a cuantos sufren por esta tragedia, expreso mi especial cercanía y aseguro mi oración".
"Invito, además, a todas las comunidades étnicas del país a renunciar a cualquier provocación o violencia y pido a la comunidad internacional intervenir para que la ayuda humanitaria pueda llegar prontamente a las poblaciones golpeadas", concluyó.