24 de noviembre de 2006 / 10:07 AM
El Papa Benedicto XVI abogó hoy por la integración de los enfermos en una sociedad que privilegia la belleza física, la salud y la vitalidad. Además, alentó a los católicos a mantener una cercanía especial con quienes padecen dolencias, procurándoles atención física y ayuda espiritual.
El Santo Padre recibió a los participantes en la Conferencia Internacional del Pontificio Consejo para la Pastoral de la Salud, que se celebra del 23 al 25 de noviembre en el Vaticano, sobre el tema: "Aspectos pastorales del tratamiento de enfermedades infecciosas".
En su discurso, dijo que junto al servicio generoso "y a los gestos de amor concretos" con las personas que padece enfermedades infecciosas, existen muchas injusticias, como la de "tantos enfermos obligados a vivir segregados. Estas situaciones detestables son más graves en las situaciones en que hay disparidad de condiciones sociales y económicas entre el Norte y el Sur del mundo. Frente a ellas es importante responder con medidas concretas que favorezcan la proximidad del enfermo, la evangelización de la cultura e inspiren los programas económicos y políticos de los gobiernos".