Durante el rezo del Ángelus dominical, el Papa Benedicto XVI meditó sobre el Evangelio para este quinto domingo de Cuaresma y explicó que la resurrección de Lázaro nos recuerda que la muerte del cuerpo es solo un sueño “del que Dios nos puede despertar en cualquier momento”.
El Papa se refirió a la resurrección de Lázaro como el último “gran signo” hecho por Jesús, tras el cual “los sumos sacerdotes se reunieron en el Sanedrín, decidieron matarlo y matar al propio Lázaro, que era la prueba viviente de la divinidad de Cristo, el Señor de la vida y de la muerte”.
“En realidad, este Evangelio muestra a Jesús como verdadero hombre y verdadero Dios” y recuerda que verdaderamente “la muerte del cuerpo es un sueño del que Dios nos puede despertar en cualquier momento”.