A las 16:12 horas locales, el Papa Benedicto XVI arribó a tierras mexicanas en su primera visita a un país de habla hispana en América Latina. En su primer discurso recordó que viene "como peregrino de la fe, de la esperanza y de la caridad".
"Me siento muy feliz de estar aquí, y doy gracias a Dios por haberme permitido realizar el deseo, guardado en mi corazón desde hace mucho tiempo, de poder confirmar en la fe al Pueblo de Dios de esta gran nación en su propia tierra", afirmó tras recibir el saludo del Presidente de México, Felipe Calderón.
Ante el aplauso y vivas de los miles de mexicanos presentes, recordó que "con esta breve visita, deseo estrechar las manos de todos los mexicanos y abarcar a las naciones y pueblos latinoamericanos, bien representados aquí por tantos obispos, precisamente en este lugar en el que el majestuoso monumento a Cristo Rey, en el cerro del Cubilete, da muestra de la raigambre de la fe católica entre los mexicanos, que se acogen a su constante bendición en todas sus vicisitudes".