En su primer discurso en Reino Unido, el Papa Benedicto XVI recordó las profundas raíces cristianas y los valores que sostienen a Gran Bretaña y alentó a conservarlas y promoverlas ante algunas "formas más agresivas de secularismo" que ya no las "aprecian o siquiera toleran".
El Papa arribó esta mañana al aeropuerto internacional de Edimburgo, Escocia, en donde fue recibido por diversas autoridades locales. Luego se trasladó al Palacio Real de Holyroodhouse donde se realizó la ceremonia de bienvenida a las 11:00 a.m. (hora local) y se reunió con la Reina Isabel II en el Morning Room.
Al terminar esta reunión, Benedicto XVI se encontró con autoridades civiles, líderes católicos y anglicanos, así como con diversos parlamentarios escoceses a quienes recordó que "el nombre de Holyroodhouse, la residencia oficial de Vuestra Majestad en Escocia, recuerda la ‘Santa Cruz’ y evoca las profundas raíces cristianas que aún están presentes en todos los ámbitos de la vida británica. Los reyes de Inglaterra y Escocia han sido cristianos desde tiempos muy antiguos y cuentan con destacados santos, como Eduardo el Confesor y Margarita de Escocia".