En el que constituye el primer viaje de un Pontífice a la isla de Chipre, el Papa Benedicto XVI llegó esta tarde (hora local) a la ciudad de Paphos. En su discurso de bienvenida en presencia del Presidente Demetris Christofias y su esposa, el Santo Padre señaló que llega a este país a confirmar en la fe a los católicos y a alentar el papel de esta nación que se encuentra en medio de Europa, Asia y África.
Acogieron también al Santo Padre el Nuncio Apostólico en Chipre, Arzobispo Antonio Franco, el Arzobispo Joseph Soueif, de Chipre de los Maronitas, Su Beatitud Fouad Twal, Patriarca de Jerusalén de los Latinos, Padre Pierbattista Pizzaballa, Custodio de Tierra Santa y Su Beatitud Crisóstomos II, arzobispo ortodoxo de Chipre.
Después de recibir el saludo del presidente de la República de Chipre, Benedicto XVI pronunció un breve discurso: "Chipre se encuentra en un cruce de caminos de culturas y religiones de historias a la vez, gloriosas y antiguas, pero que todavía tienen un impacto fuerte y visible en su vida. Tras su reciente entrada en la Unión Europea, la República de Chipre ha empezado a sentir el beneficio de los intercambios económicos y políticos con otros países europeos".