Durante las palabras dirigidas a los miles de fieles reunidos en la Plaza San Pedro con ocasión de la Audiencia General, el Papa Benedicto XVI recordó que toda oración debe ser contemplación del misterio de Dios y sus obras en la historia de la redención.
Durante la catequesis sobre el salmo 110, también conocido como "Grandes obras del Señor", el Papa destacó los términos que definen a Dios tanto en sus atributos como en su obra de salvación. "Se habla de ‘piedad’, de ‘ternura’, de ‘justicia’, de ‘potencia’, de ‘verdad’, de ‘rectitud’, de ‘fidelidad’, de ‘alianza’, de ‘obras’, de ‘prodigios’, hasta de ‘alimento’ que dona y finalmente de su persona”. Tras enumerarlos, el Santo Padre subrayó que “la oración es contemplación del misterio de Dios y de las maravillas que obra en la historia de la salvación”.
Asimismo, el Santo Padre señaló que “el corazón del Salmo se transforma en un himno a la alianza, a aquel vínculo íntimo que relaciona a Dios con su pueblo y que encierra una serie de aproximaciones y de gestos”.