16 de abril de 2006 / 05:20 AM
Tras presidir la Misa del Domingo de Resurrección celebrada esta mañana en la Plaza de San Pedro, el Papa Benedicto XVI ofreció su mensaje pascual e impartió la bendición "Urbi et Orbi" (a la ciudad y al mundo) desde el balcón central del recinto vaticano haciendo una invitación a la humanidad a no tener miedo de abrir el corazón al Resucitado.
“¡Cristo ha resucitado!” fue la exclamación con la que el Santo Padre inició su mensaje a todo el mundo. “Innumerables cirios pascuales han sido encendidos en las iglesias simbolizando la luz de Cristo que ha iluminado e ilumina a la humanidad, venciendo por siempre las tinieblas del pecado y del mal”, dijo el Pontífice ante unos 150 mil feligreses congregados en la plaza vaticana.
Asimismo, en su mensaje previo a la bendición el Papa reflexionó sobre las palabras de los ángeles ante el sepulcro: “No está aquí, ha resucitado”, afirmando que “el Hijo de Dios no podía permanecer prisionero de la muerte, y la tumba no podía retener al ‘Viviente’, que es la fuente misma de la vida”.