Este medio día miles de fieles y peregrinos se dieron cita en Castelgandolfo para rezar el Ángelus dominical con el Papa Benedicto XVI, quien al introducir la oración mariana exhortó a los presentes a trabajar porque la sociedad supere todo racismo, intolerancia y exclusión en el respeto de la dignidad humana.
El Santo Padre animó luego a recordar la "gran responsabilidad de la comunidad eclesial, llamada a ser un hogar para todos, signo e instrumento de comunión para toda la familia humana".
"Qué importante es, sobre todo en nuestros tiempos, que toda comunidad cristiana profundice cada vez más esta conciencia, para poder así también ayudar a la sociedad civil a superar toda posible tentación de racismo, de intolerancia y de exclusión, y a organizarse con opciones respetuosas de la dignidad de cada ser humano", continuó.