Tras recibir la noticia de la llegada a Australia, el 1 de julio, de la Cruz y el ícono mariano, símbolos de la Jornada Mundial de la Juventud a realizarse en julio de 2008 en Sydney, el Papa Benedicto XVI envió un mensaje a los jóvenes de este país alentándolos a crecer en el amor a la Iglesia y dar testimonio de su vida cristiana a los demás.
El mensaje papal fue enviado por el Secretario de Estado Vaticano, Cardenal Tarcisio Bertone, al Arzobispo de Sydney, Cardenal George Pell, y al Presidente de la Conferencia Episcopal de Australia, Mons. Philip Wilson.
En el texto se lee que el Papa “saluda cálidamente a tantos jóvenes australianos que se reunieron para dar la bienvenida a estas dos santas imágenes después de su peregrinación por muchas naciones del Pacífico”.