En su habitual catequesis semanal, el Papa Benedicto XVI reiteró que Dios acompaña al hombre en la historia, viviendo las vicisitudes con él y ofreciéndole su bendición.
Al meditar sobre la segunda parte del Salmo 131 "Elección de David y de Sión", el Santo Padre indicó que “se experimentará entonces la presencia de Dios en medio del pueblo: será como un habitante entre los habitantes de Jerusalén, como un ciudadano que vive con los demás ciudadanos las vicisitudes de la historia, ofreciendo la potencia de su bendición".
En la Plaza de San Pedro y ante unas 26 mil personas, el Papa indicó que este salmo es "un canto que evoca un evento fundamental en la historia de Israel: el traslado del arca del Señor a la ciudad de Jerusalén".