En la audiencia general de este miércoles celebrada en la Plaza San Pedro, el Papa Benedicto XVI recordó que ante el clamor de sus hijos Dios no permanece indiferente y no defrauda su esperanza.
Ante más de 30 mil fieles presentes en el recinto vaticano, el Santo Padre comentó el salmo 122, “La confianza del pueblo está en el Señor”, explicando que ante un justo que se ha confiado a Dios, Él no permanece indiferente, no ignora su plegaria, ni defrauda su esperanza.
"Los fieles tienen necesidad de que Dios intervenga porque se hallan en una situación penosa de desprecio y de afrentas por parte de gente prepotente. Por eso, los justos confían su causa al Señor, que no permanece indiferente a los ojos que lo imploran, no ignora su invocación, ni defrauda su esperanza", dijo el Papa.