El día de hoy el Santo Padre recibió a los obispos de la conferencia episcopal de Papua Nueva Guinea y de las Islas Salomón con ocasión de su visita ad Limina Apostolorum. En su discurso destacó la importancia de ser valientes testigos de Cristo para responder fielmente a los signos de los tiempos.
En sus palabras iniciales el Papa se refirió a la oportunidad de peregrinar a las tumbas de los apóstoles Pedro y Pablo como aquella que permite que uno “pueda más y más reconocer y apreciar el inmenso legado espiritual y moral que la Iglesia entera ha dispersado por todo el mundo”.
Dirigiéndose a los obispos recordó que “responden a la voz de Cristo preguntando como la Iglesia puede llegar a ser un efectivo instrumento de Cristo”. Asimismo hizo notar los signos de esperanza manifestados en “la participación de los jóvenes en la misión de la Iglesia, la generosidad de los misioneros y el florecimiento de vocaciones”. Seguidamente los alentó afirmando que “delante de las dificultades, la visión de la fe debe llevarlos a ser valientes testigos de Cristo, vigilantes en buscar nuevos caminos para enseñar la fe en modo que el poder del Evangelio pueda penetrar el modo de pensar, los estándares de juicio y las normas de comportamiento.