En su primera Audiencia General del año, el Papa Benedicto XVI meditó sobre el cántico cristológico de la Carta de San Pablo a los Colosenses y exhortó a los más de siete mil fieles reunidos en el Aula Pablo VI a dar siempre gracias a Dios por la plenitud de gracia y de vida que nos ha sido donada en Cristo.
El Santo Padre resaltó “la amplia fórmula de agradecimiento” que “ayuda a crear la atmósfera espiritual para vivir bien los primeros días del 2006, como también nuestro camino hacia el entero arco del nuevo año”.
Sobre la alabanza del Cántico, el Pontífice afirmó que esta “se eleva a Dios, Padre del Señor Nuestro Jesucristo, fuente de aquella salvación que es descrita en negativo como liberación del poder de las tinieblas, es decir, como redención y remisión de los pecados. Esta es después propuesta en positivo como participación en la suerte de los santos en la luz y como ingreso en el reino del Hijo predilecto”.