En uno de los momentos más intensos de su mensaje en el Estadio de Pacaembu, el Papa Benedicto XVI aseguró a los jóvenes de América Latina que es posible vivir en castidad con la ayuda de Cristo, los alentó a valorar el matrimonio e invitó a descubrir la vocación a la vida consagrada.
El Papa pidió a los jóvenes tener “un gran respeto por la institución del Sacramento del Matrimonio” y señaló que “no podrá haber verdadera felicidad en los hogares si, al mismo tiempo, no hay fidelidad entre los esposos. El matrimonio es una institución de derecho natural, que fue elevado por Cristo a la dignidad de Sacramento; es un gran don que Dios hizo a la humanidad, Respetadlo, veneradlo”.
El Santo Padre recordó que Dios llama a los jóvenes “a respetaros también en el romance y en el noviazgo, pues la vida conyugal que, por disposición divina, está destinada a los casados es solamente fuente de felicidad y de paz en la medida en la que sepáis hacer de la castidad, dentro y fuera del matrimonio, un baluarte de vuestras esperanzas futuras”.