Al finalizar la Audiencia General de hoy en la Plaza de San Pedro, el Papa Benedicto XVI rezó ante las reliquias de Santa Teresa del Niño Jesús que un grupo de peregrinos de la diócesis de Bayeux y Lisieux, acompañados por el Obispo Pierre Auguste Pican, han trasladado a Roma para su veneración pública.
Concluida su catequesis, el Santo Padre se dirigió a los peregrinos franceses recordando que "hace 120 años, la pequeña Teresa de Lisieux vino en peregrinación a Roma para pedir permiso al Papa León XIII para entrar en el Carmelo a pesar de su juventud. Hace 80 años, el Papa Pío XI la proclamó patrona de las misiones y en 1997 el Papa Juan Pablo II la declaró Doctora de la Iglesia".
Antes de la oración, el Pontífice había expresado su “alegría de rezar ante sus reliquias, como muchos fieles lo pueden hacer a lo largo de toda la semana en diferentes iglesias de Roma”.