En un encuentro con unos 70 mil jóvenes de diversas partes de Italia ayer en la Plaza de San Pedro celebrando los 25 años de las Jornadas Mundiales de la Juventud, el Papa Benedicto XVI resaltó que Dios tiene un proyecto de amor para todos ellos "en la totalidad de la historia".
En el encuentro de oración, meditación y diálogo con el Santo Padre, algunas personas dieron también testimonio de su fe y hubo, además, cantos y danzas. La Plaza permaneció en silencio durante la entrada de la Cruz de las JMJ, llevada en procesión, con antorchas, y acompañada de la imagen de la Virgen "Salus Populi Romani".
A su llegada, Benedicto XVI dio las gracias a los jóvenes por su presencia, su "maravilloso testimonio de fe" y su "entusiasmo por seguir a Jesús". Después respondió a las preguntas de tres participantes en el encuentro. "¿Qué puedo hacer con mi vida para que sea hermosa y grande?", fue la primera, a la que el Papa, citando el pasaje del joven rico, respondió: "En primer lugar, no desperdiciar la vida, vivirla con profundidad, no vivir para uno mismo".