El Papa Benedicto XVI exhortó a los jóvenes a ser generosos, abiertos al Plan de Dios y a tener ideales elevados, pues "el Señor, cada día, también hoy, os llama para cosas grandes".

En un evento en el que participaron cerca de 80,000 jóvenes, en el estadio de fútbol Giuseppe Meazza de Milán, en el marco de la celebración del VII Encuentro Mundial de las Familias, el Santo Padre recordó a los jóvenes que "la vida cristiana es un camino. Es como recorrer un sendero que sube por un monte, o sea que no siempre es fácil, pero subir es algo bellísimo, en compañía de Jesús, que guía nuestra escalada".

"Con estos dones preciosos, vuestra amistad con Él será aún más verdadera y estrecha", subrayó.

El Papa remarcó que la amistad con Jesús se alimenta con la participación frecuente en la Eucaristía, en la Misa dominical, e invocó a los jóvenes a recurrir frecuentemente al sacramento de la Penitencia y la oración diaria.

"¡Frecuentad asiduamente vuestro oratorio, para madurar cada vez más en el conocimiento y seguimiento del Señor!", exclamó.

Benedicto XVI pidió a los jóvenes que sean "en familia, siempre obedientes a los padres, escuchando sus indicaciones, para crecer como Jesús en sabiduría, edad y gracia ante Dios y ante los hombres".

"No seáis nunca perezosos, sino jóvenes comprometidos, en especial en el estudio, que es vuestro deber cotidiano y una gran oportunidad para crecer".

El Papa también pidió a los miles de asistentes que permanezcan siempre abiertos a lo que Dios les sugiere, "y si os llama a seguirlo por el camino del sacerdocio o de la vida consagrada ¡no le digáis que no! ¡Jesús os llenará siempre el corazón para toda la vida!".

"La santidad es el camino normal del cristiano y que no está reservado sólo para algunos elegidos, sino que está abierto para todos, naturalmente con la luz y la fuerza del Espíritu Santo", concluyó.