En su discurso a la comunidad católica de Chipre en la escuela elemental de San Marón (maronitas) de Nicosia, el Papa Benedicto XVI alentó a los fieles de este país a ser testigos del Evangelio de Cristo y a trabajar por la unidad y el diálogo con los demás cristianos y los no cristianos.
"En esta ocasión histórica de la primera visita del Obispo de Roma a Chipre, vengo para confirmaros en la fe en Jesucristo y para animaros a permanecer fieles a la tradición apostólica, con un solo corazón y una sola alma. Como Sucesor de Pedro, me encuentro entre vosotros para aseguraros mi apoyo, mi oración afectuosa y mi aliento", dijo el Santo Padre al iniciar su discurso.
Como en el Evangelio, dijo luego, la Iglesia proclama hoy el nombre de Dios, "no sólo en beneficio propio, sino en favor de toda la humanidad. También vosotros, que seguís a Cristo hoy, estáis llamados a vivir vuestra fe en el mundo promoviendo, de palabra y de obra, los valores del Evangelio, que os han entregado generaciones de cristianos chipriotas".