Recordó que esa intercesión de los nuevos beatos es especialmente necesaria "cuando una nueva guerra, esa horrible derrota de nuestra humanidad, acaba de estallar en Europa", por eso les pidió a los nuevos beatos que "intercedan ante el Señor y obtengan para los países implicados en esta guerra y para todo el mundo el don de la paz y de una convivencia basada no en intereses políticos o económicos, sino en nuestro común reconocimiento como hermanos".
Mons. Martínez también aseguró que los nuevos beatos son "un estímulo para nuestra vida", "ellos nos muestran con la nitidez de un día claro de primavera, en la sencillez de sus vida y de sus muertes, cuál es el significado de la vida".
De los 16 mártires, 14 eran sacerdotes y un seminarista, por lo que el Arzobispo de Granada recordó que "su proclamación ha de estimular sobre todo una renovación de nuestro ministerio [sacerdotal], en la línea que la Iglesia hoy nos propone por medio del Papa Francisco, que es la de una conversión misionera".
"Que ellos nos descubran que la evangelización no es una cuestión meramente de ideas, sino de testimonio", de un "servicio a la esperanza de los hombres" siendo "en la vida un reflejo del amor y del afecto de Dios a cada persona, a su destino y a su vocación en Cristo", aseguró el Arzobispo.