El Papa Francisco señaló en su homilía de la Misa de esta mañana en Santa Marta que el cristiano debe ser capaz de avergonzarse de sus propios pecados para acoger con humildad el perdón de Dios.
En la Eucaristía que presidió en presencia de algunos empleados vaticanos del Apsa, la Administración del Patrimonio de la Sede Apostólica y de un grupo de religiosas, el Santo Padre comentó la primera Carta de San Juan, en la que se dice que "Dios es luz y en Él no hay tiniebla alguna".
El Papa Francisco subrayó que "todos nosotros tenemos oscuridades en nuestra vida, momentos donde todo, también en la propia consciencia, es oscuro, pero esto no significa caminar en las tinieblas".