El Presidente del Pontificio Consejo 'Cor Unum', Cardenal Robert Sarah, responsable principal en el Vaticano de la gestión para de la ayuda humanitaria de la Iglesia Católica en Siria y los millones de desplazados a causa de le guerra, denunció que la peor parte del conflicto se la están llevando los niños.

En una entrevista concedida el 27 de noviembre a ACI Prensa, el Cardenal Sarah explicó que en una reciente visita a los refugiados en Jordania, conoció a un niño de 7 años que había perdido totalmente la esperanza después de ver morir entre el horror de la guerra a su propio padre.

"¿Por qué Dios permitió a mi padre fuera asesinado? Me pregunto si Dios existe", le preguntó el niño a la autoridad vaticana.

El Cardenal Sarah, visiblemente afectado, explicó que solo encontró una respuesta posible que dar a este joven: "Dios existe, pero el ser humano a veces es maléfico. Pueden haber matado a tu padre, pero nunca matarán a Dios".

El Cardenal africano explicó que testimonios como este "nos dicen que tenemos que ayudar a los niños a salir del trauma que están viviendo".

"Después de los bombardeos, la violencia, los niños deben ver el futuro como el camino para que en el futuro construyan la sociedad, para construir las familias y lo demás. Tenemos que devolverles un ambiente cómodo para ver el futuro con serenidad", añadió.

Por otro lado la autoridad vaticana explicó que desde que comenzó la guerra en Siria, la Iglesia Católica ha donado 78 millones de euros que se han repartiendo diferentes campos como la alimentación, la educación, la sanidad y el alojamiento, pero se sigue necesitando ayuda para continuar donando apoyo a las familias.

"Lo principal es devolverles la esperanza, los niños deben ver el futuro como el camino para que en el futuro reconstruyan la sociedad, las familias y todo lo demás. Tenemos que devolverles un ambiente cómodo para ver el futuro con serenidad".

Además, el Cardenal Sarah visitará del 4 al 8 de diciembre Líbano junto al secretario del Pontificio Consejo 'Cor Unum', Mons. Giampietro Dal Toso, para encontrar a los obispos y los organismos caritativos en la zona y poner en marcha "La misión sanitaria para los niños sirios refugiados en Líbano", que busca devolver la sonrisa a estos menores que tuvieron que dejar su país huyendo de la violencia.

La autoridad vaticana espera durante su visita reunirse con los obispos en Siria y el Líbano y tratar de aumentar la excelencia y la eficiencia de las ayudas de la Iglesia a los desplazados.

"Estamos buscando la forma de organizar Caritas Siria porque está muy, muy débil", aseguró.

El Cardenal Sarah también explicó que antes de su viaje a Líbano se reunirá con el Papa Francisco para hablar del proyecto y tomar las consideraciones que Éste crea necesarias.

"Hay que recordar que voy a Líbano para representar al Santo Padre, no para representarme a mí", concluyó.

Según la Agencia de la ONU para los Refugiados, ACNUR, existen más de dos millones de sirios refugiados en los países de Oriente Medio y de la zona del Mediterráneo, de los cuales más de 700.000 se encuentran en Líbano, 515.000 en Jordania y 460.000 en Turquía. De todos ellos, el 52 por ciento está compuesto por niños y chavales menores de 17 años.