Al presidir la catequesis de la Audiencia General esta mañana ante unas 20 mil personas en la Plaza de San Pedro, el Papa Benedicto XVI instó a recordar que "mientras que el hombre olvida fácilmente, Dios permanece fiel".
El Santo Padre explicó que "la memoria se convierte en fuerza de la esperanza. La memoria nos dice: Dios existe, Dios es bueno, su misericordia es eterna. Y así la memoria abre hasta en la oscuridad de un día, de un momento, de un camino hacia el futuro: Es la luz y la estrella que nos guía. También tenemos un recuerdo del bien, del amor misericordioso y eterno de Dios".
A través del Salmo 135, llamado el "Gran Hallel" –el himno de alabanza a Dios que se cantaba tras la cena de Pascua y que probablemente recitó también Jesús en la Última Cena– el Papa invitó a proclamar las maravillas que Dios ha hecho a lo largo de la historia de salvación, respondiendo a modo de letanía con el motivo de la alabanza: "Porque es eterna su misericordia".