24 de mayo de 2007 / 11:45 AM
La oposición a la ley del suicidio asistido ha aumentado en California y “las demostraciones de apoyo” a la defensa de la vida no se hacen esperar cuando se toca el tema, aseguró la jefa de la California Foundation for Independent Living Centers, Ana Guerra.
En una entrevista concedida al California Catholic Daily (CCD), Guerra reveló que la gente se opone a esta ley porque están aprendiendo que “el dolor puede ser manejado, que la gente con discapacidades está en riesgo de morir sin acceso a servicios médicos”.
En este sentido, explicó que la legislación actual sólo se aplica a las personas con una enfermedad terminal, pero “los discapacitados están en mayor riesgo” porque “una discapacidad es acompañada con frecuencia por la depresión e incluso la idea de suicidio, sin embargo, esto pasa con el tiempo y se mejora sumamente con ayuda”.