En la parte central del discurso de inicio de año pronunciado ante los miembros del Cuerpo Diplomático acreditado ante la Santa Sede, el Papa Benedicto XVI señaló que los atentados contra la vida humana constituyen una de las principales amenazas contra la paz mundial.
"No puedo dejar de deplorar, una vez más, los continuos ataques perpetrados, en todos los continentes, contra la vida humana", dijo el Pontífice.
"Quisiera recordar, junto a tantos investigadores y científicos, que las nuevas fronteras de la bioética no imponen una elección entre la ciencia y la moral, sino que más bien exigen un uso moral de la ciencia".