Atacan iglesia en Tierra Santa: Líderes católicos condenan violencia y exigen justicia

El Consejo de Jefes de Iglesias Católicas en Tierra Santa exigió una investigación urgente sobre el ataque del 28 de octubre contra la Iglesia Ortodoxa Griega "Padres y Abuelos" en Beit Sahour (Palestina) y pidió a las autoridades llevar a los responsables ante la justicia.

En la noche del último viernes, un grupo de hombres arrojó piedras a la iglesia cuando la comunidad estaba organizando una exhibición dirigida a jóvenes. En redes sociales se puede encontrar videos que documentan el momento del ataque y a una multitud frente a la puerta de la iglesia.

En la mañana del 29 de octubre, Theodosios (Atallah Hanna), el arzobispo ortodoxo griego de Sebastia, emitió un comunicado sobre el ataque.

"Expresamos nuestro descontento, rechazo y condena por lo ocurrido ayer por la noche en Beit Sahour. Este es un fenómeno sin precedentes en esta ciudad, que se caracteriza por la unidad de sus hijos y sus firmes posiciones nacionales".

Tras emitir una declaración, el Consejo de Jefes de Iglesias Católicas en Tierra Santa también condenó el ataque a iglesias y santuarios religiosos en Tierra Santa.

"Anoche, un grupo de hombres lanzó piedras contra el templo ubicado al este de Belén tras una pelea entre jóvenes. Condenamos este ataque y exigimos que la Autoridad Palestina lleve a los atacantes ante la justicia lo antes posible", indicó.

Por otro lado, el Consejo rindió "homenaje a todos los que llegaron al sitio, de diferentes religiones y familias, e hicieron todo lo posible para tratar de proteger a la Iglesia de los atacantes".

"Esperamos que incidentes similares no ocurran en el futuro e instamos a todos a mantener las casas de culto alejadas de cualquier disputa", agregó la institución católica.

La Iglesia Ortodoxa Griega "Padres y Abuelos" publicó un comunicado en el que agradece a todos los que respondieron a llamado para unirse a su iglesia y defenderla.

El mensaje enfatizó la necesidad de respetar la santidad de la iglesia y preservar el tejido social y nacional en Beit Sahour. Las autoridades eclesiásticas afirmaron su derecho legal a perseguir legalmente a los atacantes.