El lunes 26 de julio, un sujeto que empuñaba una botella de vidrio atacó a un sacerdote católico que rezaba en la catedral St. Mary en Edimburgo (Escocia). El presbítero logró escapar sin heridas.
La Arquidiócesis de St. Andrews y Edimburgo señaló el 27 de julio que el "asalto violento y no provocado" tuvo lugar en la catedral después de que el hombre le preguntara a la víctima si era sacerdote.
"Ayer por la mañana (lunes 26 de julio), un sacerdote que oraba en solitario en un banco de la catedral de Santa María en Edimburgo fue objeto de un asalto violento y no provocado por un hombre que llevaba una botella de vidrio", dijo la Arquidiócesis.