Asociación católica pide a nuevo gobierno egipcio poner fin a trata de personas

La asociación católica internacional Habeshia, dedicada a asistir a refugiados, pidió al próximo gobierno de Egipto ayudar a liberar a cientos de rehenes que están en manos de traficantes de personas en el norte de ese país.

"¿Cuánto sufrimiento se debe aguantar antes de que sus gritos de dolor sean escuchados por la comunidad internacional? El nuevo gobierno egipcio debe intervenir para liberar a los rehenes", afirmó el Padre Mussie Zerai, representante de Habeshia, el 14 de septiembre.

El sacerdote ha recibido una llamada de una mujer secuestrada junto con otras 53 personas en la península de Sinaí. El grupo de víctimas salió de Sudán tras pagar 3000 dólares a los traficantes de personas a cambio de ser cruzar la frontera hacia Israel.

"Pero una vez que llegaron a Rafah, fueron vendidos a otro grupo de traficantes", explicó el Padre. Zerai. Ahora el grupo permanece en el sótano de un edificio y a cada uno le han puesto el precio de 28 mil dólares.

Eritreo de nacimiento, el P. Zerai creó Habeshia con sede en Roma para ayudar a quienes buscan asilo, refugiados y migrantes. A menudo recibe llamadas telefónicas de gente desesperada.

El sacerdote sabe de varios grupos de rehenes con varios cientos de integrantes, incluyendo mujeres embarazadas y niños pequeños.

"Esta historia continúa desde hace algún tiempo, hemos denunciado reiteradamente estos crímenes contra la humanidad que están teniendo lugar en Sinaí", informó.

Desde el derrocamiento del presidente Hosni Mubarak en febrero de este año, Egipto ha tenido constantes cambios de gobierno. Se han previsto elecciones democráticas para el próximo mes. El país es gobernado por los militares.

El Padre Zerai pide que erradicar los abusos a los derechos humanos en el Sinaí sea una prioridad.

"En Egipto ha cambiado el régimen, pero no se detiene el tráfico. De hecho, la situación actual parece más favorable a los ladrones que son los dueños absolutos de la zona de la frontera del Sinaí con Israel", explicó el sacerdote y pidió la participación de las Naciones Unidas y la Unión Europea para ayudar a detener el abuso.

"¿Cuántos refugiados tienen que perder la vida antes que el mundo diga lo suficiente para esta masacre de inocentes?"