A principios de este año, algunos católicos holandeses se sintieron consternados al saber que una tradición de 37 años de Pascua no continuaría en 2022.
Los Países Bajos, conocidos por sus campos de flores, habían donado durante más de tres décadas los coloridos tulipanes, narcisos y jacintos que decoran la Plaza de San Pedro para la Misa del Papa del Domingo de Pascua en el Vaticano.
Esta costumbre se suspendió durante dos años debido a las restricciones del coronavirus, y este año el florista holandés que había organizado la iniciativa desde 2015 dijo que ya no contaba con los patrocinadores para continuar el proyecto.