Se cumplen seis meses de la llegada del barco Aquarius. Tras la gran cobertura mediática y la explosión de solidaridad, esta nave ha dejado de acaparar los titulares, sin embargo, la Iglesia, especialmente la Archidiócesis de Valencia, ha seguido trabajando para facilitar la integración de estos inmigrantes.
El barco Aquarius es un barco de ayuda humanitaria operado por las ONG SOS Mediterranée y Médicos Sin Fronteras, que se dedica al rescate de personas en el mar, especialmente inmigrantes en pateras. En la embarcación llegaron a España 630 personas -123 menores y 7 mujeres embarazadas- de 31 nacionalidades distintas que fueron rescatadas en las costas de Libia y rechazadas por los gobiernos de Malta e Italia.
En ese sentido, José María Segura, responsable del Servicio Jesuita a Migrantes (SJM) en Valencia, declaró al semanario católico Alfa y Omega que "pasada toda la aglomeración de periodistas, ha habido mucho trabajo de oficina y diálogo dejando al margen quién era quién y trabajando juntos por acompañar y acoger".