El P. Eliseo Mercado, de los Oblatos de María Inmaculada, denunció que el 13 de noviembre fue asesinada en Tawi-Tawi (Filipinas), la agente pastoral de 62 años Conchita Francisco, viuda y madre de dos hijos, a manos de un grupo de desconocidos cuando salía de la iglesia.

Según explicó la agencia Fides, la provincia de Tawi-Tawi -cerca de la isla de Jolo- está compuesta por un pequeño anillo de islas que, junto con Sulu, se despliegan en dirección de la isla del Borneo malayo, en el extremo sur de las Filipinas.

La región se encuentra en un área con presencia de rebeldes musulmanes, piratas, grupos terroristas y criminales que desde hace años se enfrentan al ejército filipino. Además hay células de Abu Sayyaf, grupo terrorista islámico responsable de numerosos atentados y asesinatos.

Las fuentes de Fides señalaron que la comunidad católica en esta provincia –el dos por ciento de la población total, de mayoría musulmana-, se encuentra estremecida por lo ocurrido. “Han privado a la comunidad de una auténtica testimonio del Evangelio”, expresó el Vicario Apostólico de Jolo, Mons. Angelito Lampon.

La agente pastoral había perdido diez años atrás a su marido, muerto también de forma violenta. Ella era presidente de la escuela de segundo grado dentro del campus de la Mindanao State University en Bongao y, según algunas fuentes, el asesinato podría estar relacionado con las cuestiones relativas a su trabajo en esta estructura. La policía está investigando.

“La violencia en Mindanao y las islas Sulu es una realidad generalizada. La provincia de Tawi-Tawi está militarizada, hay muchos soldados y demasiadas armas entre la población civil. La violencia y el asesinato, a veces se pueden reducir a razones electorales, en otros casos a las reivindicaciones de los grupos y facciones musulmanas”, señaló el sacerdote jesuita Albert Alejo.