La religiosa de las Siervas de María Inmaculada, Doraci Edinger, quien hace unos días denunció una red de tráfico de órganos en Mozambique, fue asesinada en su hogar, al norte de la ciudad de Nampula.
Mientras las autoridades del país suroriental africano afirman no haber encontrado evidencia de un intercambio de órganos humanos, las religiosas aseguran haber hablado con víctimas que lograron escapar y tienen fotografías de niños muertos con órganos faltantes.
Jose Tembe de la cadena BBC explicó que muchas personas en la capital certifican que dicha red de tráfico existe y están perturbados porque las autoridades no han hecho algo al respecto.