18 de mayo de 2006 / 12:55 PM
El Arzobispo de Valencia, Mons. Agustín García-Gasco, recordó en su carta semanal que la “corporalidad humana necesita ser guiada por el espíritu, por la inteligencia y la libertad” ya que reducirlo a lo meramente biológico conlleva a alejar a la persona del recto ejercicio de su libertad y dignidad.
Según informa la agencia AVAN, Mons. García-Gasco afirma en su carta semanal titulada “El amor verdadero es el que lleva a la felicidad”, que "tratar a las personas como animales, o a los animales como si fueran seres humanos, es un grave e irracional atentado a la dignidad humana", recordando que "a lo largo de la historia se han cometido errores antropológicos y morales por despreciar el valor del cuerpo, por considerarlo una cárcel, una prisión. Hoy asistimos a una falsa valoración de la corporalidad humana, definida por Benedicto XVI como `una exaltación engañosa del cuerpo’" .
Mas adelante, el Arzobispo de Valencia recuerda que el amor humano "es la respuesta a la iniciativa de Dios que ama al ser humano, y le dota de una naturaleza capaz de amar y de reconocer la dignidad personal en sí mismo y en los demás", por lo que el amor cristiano “no se reduce a sentir un conjunto de experiencias agradables en las relaciones humanas, sino que es algo más profundo y decisivo".