El Arzobispo de San Salvador, Mons. Fernando Sáenz Lacalle, instó a las autoridades salvadoreñas y a la población en general a enfrentar de manera unida la delincuencia, que según las estadísticas oficiales cada día deja un promedio de diez muertes en ese país.
"Conviene que todos seamos un poco policías, y si vemos alguna cosa sospechosa avisemos, en lugar de escondernos y despreocuparnos del problema, así ayudaremos a que haya más paz y menos víctimas", agregó el Prelado durante la Misa dominical.
Ante las acusaciones entre los diferentes poderes del Estado sobre la reciente liberación de autores de actos delincuenciales, Mons. Sáenz Lacalle aseguró que "a pesar de que el Ejecutivo, Legislativo y Judicial tiene su propia autonomía, ante los acontecimientos violentos ninguno de ellos puede mostrar una independencia absoluta".