6 de marzo de 2011 / 11:07 PM
El Arzobispo siro católico de Mosul, Mons. Georges Casmoussa, dejará en breve este servicio pastoral tras alcanzar su retiro por límite de edad con la esperanza de que su feligresía obtenga la libertad y seguridad que garanticen la permanencia de los cristianos en Irak.
Mons. Casmoussa, que ha guiado a los católicos iraquíes del noroeste del país desde 1999, ha sido testigo tanto de la represión política como del extremismo religioso que amenaza con extinguir las huellas católicas de una tierra marcada por el Evangelio desde los orígenes de la Iglesia.
La Santa Sede anunció su retiro el 1 de marzo, pero el pastor aún seguirá trabajando por la Arquidiócesis de Mosul, la capital cristiana histórica de una región con una rica mezcla de caldeos sirios, asirios y católicos de rito latino que conviven con cristianos sirios y armenios ortodoxos en medio de una mayoría musulmana.