El Arzobispo de Barcelona, Mons. Lluis Martínez Sistach, recordó a los fieles la importancia para la Iglesia de la fiesta de Todos los Santos y la de los Fieles Difuntos, como dos “fiestas cristianas que celebramos muy unidas” con un gran “contenido teológico y espiritual”.
Al explicar la fiesta de Todos los Santos, Mons. Martínez resaltó que esta conmemoración marca la entrada para la siguientes fiestas, siendo una solemnidad de la “asamblea celestial” que recuerda la vocación universal que tienen los cristianos a la santidad como la “primera y fundamental vocación de los bautizados” y “expresión de su gran dignidad”.
Refiriéndose a la conmemoración de Todos los Fieles Difuntos, el Prelado explicó que en este día nuestra plegaria sirve para encomendar a los difuntos a la misericordia de Dios, por lo que el cimiento de esta plegaria es la intercesión de la fe y la comunión cristiana en la “fuerza de la muerte y de la resurrección de Cristo”.