13 de febrero de 2014 / 09:11 PM
El Arzobispo de Camagüey (Cuba), Mons. Juan García Rodríguez, celebró recientemente la Misa por los 500 años de fundación de esta ciudad y durante su homilía recordó a los cubanos que los niños, y por tanto las personas, son la mayor riqueza de un país; y les aseguró que la felicidad en las familias "empieza por el amor natural, fiel y fecundo de los esposos".
"Es cierto que el factor económico influye en solo tener un hijo o cuando más, dos. Para un pueblo es muy preocupante que haya pocos niños porque sin personas, la mayor riqueza de una nación, no hay economía creciente futura ya que no habrá fuerza laboral joven ni quienes atiendan ancianos. Por eso vale mucho el salario familiar, es decir, a más hijos, más auxilios, más subsidios. Sin hijos la ciudad, la familia y un futuro risueño, desaparecen", expresó.
En su homilía, enviada a ACI Prensa por el Arzobispado de Camagüey, Mons. García Rodríguez también afirmó que "una ciudad es feliz y luminosa cuando hay jóvenes con salud". Por ello, expresó su sorpresa "que los medios de comunicación social en su lucha por evitar el sida y las enfermedades de transmisión sexual atiendan solamente a las consecuencias y no a las causas y nunca hagan referencia a lo único seguro: virginidad en el noviazgo; fidelidad en el matrimonio".