Arzobispo pide medidas concretas para combatir prejuicios anticristianos

El Arzobispo de Toledo y Vicepresidente de la Conferencia Episcopal Española, Mons. Antonio Cañizares Llovera, pidió adoptar acciones concretas para “combatir y contrastar prejuicios y falsas representaciones de los cristianos y de los miembros de las otras religiones” en los ámbitos mediáticos y educativos.

El Arzobispo, que participó en Córdoba en la Conferencia de la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE) sobre Antisemitismo y Otras Formas de Intolerancia, precisó que esas medidas deben animar “la contribución de las iglesias y las comunidades religiosas en la vida pública de los países”.

“La intolerancia y la discriminación contra los cristianos y los miembros de las otras religiones son fenómenos preocupantes a los que hace falta poner fin con la misma determinación con que se combate el antisemitismo y la discriminación de los musulmanes”, afirmó Mons. Cañizares.

Según el Prelado, “sería paradójico omitir medidas concretas para garantizar a los cristianos y a los miembros de las otras religiones la libertad religiosa cuando en un plan general se trata de eliminar la discriminación y la intolerancia”.

Al respecto, el Arzobispo añadió que “hace falta además evitar que se haga del antisemitismo y de las discriminación de los musulmanes o los cristianos una especie de jerarquía”.

Mons. Cañizares destacó que “la Santa Sede seguirá colaborando con la OSCE para que su lucha contra el antisemitismo y otras formas de intolerancia promueva la dignidad humana”, puesto que “la historia ha mostrado recientemente las trágicas consecuencias que se producen cuando se niega dicha dignidad o se la reduce a una proclamación meramente formal”.

El Holocausto y “el intento de destruir sistemáticamente todo un pueblo se extiende como una sombra sobre Europa y el mundo entero”, una “horrible tragedia que es también una dramática llamada para educar a las jóvenes generaciones para no ceder ante las ideologías que justifican la posibilidad de pisotear la dignidad humana”, indicó.

Tras afirmar que la Iglesia Católica “deplora todas las manifestaciones de antisemitismo de que han sido objeto los judíos”, dijo que “la Santa Sede se alegra de que el diálogo interreligioso favorezca y promueva la tolerancia, el reconocimiento mutuo y una coexistencia entre los pueblos”.

rehuye subordinar dicho diálogo a una finalidad meramente pragmática y política