El Presidente de la Conferencia Episcopal de Nigeria (CEN), Mons. Ignatius Kaigama, pidió a la comunidad ayudar a que se respete la libertad religiosa de los cristianos en este país africano, pues el extremismo de la secta islámica Boko Haram amenaza la existencia de esta nación.

“¡Presionen a sus gobiernos, no nos dejen solos porque de otro modo Nigeria será destruida!”, exhortó el Prelado durante el encuentro “por la Amistad entre los Pueblos”, organizado por el movimiento Comunión y Liberación en Rímini (Italia), hasta el 25 de agosto.

El Arzobispo dio el tema “El martirio de Nigeria: Tenemos necesidad del milagro de Dios”, donde denunció la violencia de la secta islámica que incluso agrede a los fieles cuando participan de la Misa. En la Arquidiócesis de Jos, guiada por Mons. Kaigama, los ataques extremistas ya han dejado cerca de 800 muertos.

“Es necesaria una respuesta por parte de la comunidad internacional y es necesario concentrar los esfuerzos para garantizar la libertad religiosa a los nigerianos”, indicó.

Advirtió que en medio de su desesperación, los jóvenes cristianos se acercan a la Iglesia a pedir dinero “para comprar armas para vengarse y combatir contra los musulmanes. Pero yo les digo que no soy un guerrero. Mi función es promover la paz”.

Sin embargo, dijo que la paz también está amenazada por las carencias materiales, como la falta de “agua, sanidad, servicios. Recorro las aldeas, me siento un poco asistente social mientras los funcionarios del gobierno permanecen en sus oficinas con aire acondicionado”.