"Occidente debe acoger y ofrecer integración a los cristianos iraquíes que han dejado su país, pero al mismo tiempo debe presionar políticamente a Estados Unidos y al Gobierno de Bagdad para hacer que quienes deciden quedarse en la patria puedan hacerlo con seguridad y respeto", alentó el Arzobispo de Kirkuk (Irak), Mons. Louis Sako; desde Suiza.
"Los cristianos de Irak son una riqueza de la Iglesia universal y no pueden ser olvidados ni abandonados; ante el proyecto de total islamización del país de los dos ríos, emprendido por los extremistas", advirtió el Prelado, según informa L'Osservatore Romano.
"Los cristianos de Occidente deben tomar conciencia de la gravedad de la tragedia de los cristianos iraquíes. Son los más antiguos habitantes del país y parte significativa de su cultura. Pero con frecuencia son víctimas de la violencia que los golpea por ser ellos cristianos", dijo el Prelado.