El Arzobispo de Santiago de Compostela, Mons. Julián Barrio, destacó la necesidad de dar una “lectura católica” a la peregrinación jacobea y al año jubilar, pues desde su origen son “motivo de alegría y esperanza como llamada a la conversión continua en la vida de los cristianos”.
Durante su intervención en Roma en la presentación de la Peregrinación Europea de Jóvenes 2004, el Prelado insistió en que el Año Santo es “un tiempo privilegiado que la Iglesia ofrece para realizar una renovación interior de la vida cristiana”.
El responsable diocesano de la peregrinación, Roberto Martínez, destacó también la utilidad de este encuentro de ámbito europeo para que los jóvenes cristianos del continente “conozcan y profundicen las raíces cristianas de Europa y se comprometan en la construcción de la nueva Europa de la esperanza”.